He estado leyendo mucho últimamente sobre empresas españolas y de otras partes del mundo que prohíben el uso de redes sociales como Facebook o Twitter en el trabajo.
Mi jefe, Morten Jacobsen (mortjac, en todas las redes sociales habidas y por haber) no sólo no prohíbe el uso de las redes, sino que nos ha animado a todos a emplearlas. Ninguno de nosotros dábamos importancia a Facebook ni Twitter y, gracias a su empuje, hemos conseguido aprender a emplearlas bien, no sólo para uso personal, sino en beneficio de nuestra propia empresa.
El correcto manejo de Twitter nos ha permitido llegar a muchísimos miles de usuarios y acercarles los últimos avances de nuestro producto iFacturas.
Ahora mismo estamos involucrándonos mucho más en Facebook y, cómo no, mortjac sigue animándonos a publicar, a compartir experiencias profesionales y personales.
Esto, según los expertos es un acierto. El error viene cuando en otras empresas se prohíbe el uso de redes sociales, impidiendo así la posibilidad a los empleados de compartir experiencias, de hablar positivamente sobre lo que están haciendo en sus trabajos y, sobre todo, frenando la posibilidad que las redes sociales te brindan para aprender constantemente, impidiéndote estar siempre actualizado.
Aquí dejo un artículo que habla sobre la prohibición en el uso de las redes sociales y sobre el gran error que ésto supone para las propias empresas "prohibidoras".
Mi jefe, Morten Jacobsen (mortjac, en todas las redes sociales habidas y por haber) no sólo no prohíbe el uso de las redes, sino que nos ha animado a todos a emplearlas. Ninguno de nosotros dábamos importancia a Facebook ni Twitter y, gracias a su empuje, hemos conseguido aprender a emplearlas bien, no sólo para uso personal, sino en beneficio de nuestra propia empresa.
El correcto manejo de Twitter nos ha permitido llegar a muchísimos miles de usuarios y acercarles los últimos avances de nuestro producto iFacturas.
Ahora mismo estamos involucrándonos mucho más en Facebook y, cómo no, mortjac sigue animándonos a publicar, a compartir experiencias profesionales y personales.
Esto, según los expertos es un acierto. El error viene cuando en otras empresas se prohíbe el uso de redes sociales, impidiendo así la posibilidad a los empleados de compartir experiencias, de hablar positivamente sobre lo que están haciendo en sus trabajos y, sobre todo, frenando la posibilidad que las redes sociales te brindan para aprender constantemente, impidiéndote estar siempre actualizado.
Aquí dejo un artículo que habla sobre la prohibición en el uso de las redes sociales y sobre el gran error que ésto supone para las propias empresas "prohibidoras".