Llegué ayer a Noruega y esa es la sensación que te me queda: que este país debe ser del Betis.
Todos sabemos que la tradición futbolística existente aquí no es la misma que tenemos en España, pero ayer noté que si fuesen seguidores de algún equipo español, lo serían, sin duda alguna del bético.
Y no me baso en ello porque ayer se oyeran júbilos de alegría cada vez que el Betis marcaba un gol al Baça. Qué va! No se oía nada en absoluto.
Me baso en los colores del país en esta época del año: Verde y Blanco (verdiblanco), como los del simpático club andaluz.
Es mi segunda visita a Noruega y me está gustando muchísimo más que la primera. Puede deberse a que en mi primera visita estuve en Oslo y no me pareció gran cosa. Seguramente no vi a la ciudad con buenos ojos, no lo sé. El caso es que no me impresionó nada en absoluto. Me pareció fría (porque lo es) y algo gris.
En este viaje también voy a visitar Oslo, pero, de momento, estoy en ciudades más pequeñas y con mucho más encanto. Estoy alojado junto al lago más grande de toda Noruega. Es una maravilla ver lo bonito que es y apreciar cómo se está, poco a poco, y debido a las bajas temperaturas, congelando delante de tus propios ojos. Es como ver el Mar Mediterráneo helado…no sé, es una sensación rara, a la vez que inolvidable.
Estoy en medio del bosque, rodeado de verde y blanco. Ayer, cuando el Betis ganaba, yo sólo pensaba en cuánto voy a echar de menos tanto verde y blanco en el momento que regrese a Alicante.
Musho Betis, Visca el Barça y hasta pronto Noruega!!
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